domingo, 24 de junio de 2007

SAN SEBASTIAN


FIESTA DE LA CALLE DE LA PANADERIA en homenaje a San Sebastian Martir

LA IGLESIA DE SAN SEBASTIAN DE LA PANADERIA Y SEÑORA DEL ROSARIO

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE LA PANADERÍA - PASTO - NARIÑO - COLOMBIA

En uno de los sectores más viejos e históricos de Pasto, se encuentra una pequeña iglesia con el nombre curioso de La Panadería. Está sola, sin contac­to con otros edificios y esto impresiona gratamente; Sus linderos son: la calle llamada también de la Panadería, calle que inicia el camino a El Ejido, La Cocha y el Oriente; el río Chapal, llamado igual­mente río de la Panadería, ahora completamente canalizado; por la parte trasera el puente de El Churo que da este nombre a un pequeño barrio y por delante una amplia plazuela divida por el río, actualmente por una calle, que conforma dos parquecitos, antes bellamente cultivados y resguardados por cerca de hierro, llamado parque del Rosario el uno y el otro "Caicedo y Cuervo".
Frente a la iglesia estuvieron el tan mentado barrio de El Vado y también un amplio, magnífico puente de cal y canto, actualmente desapareci­do ante la canalización del río.


PORQUE SE LE LLAMA LA IGLESIA DE LA PANADERIA O SAN SEBASTIAN?

En el Siglo XVII existía un molino, propiedad del convento de las monjas Concepcionistas, molino de piedra e hidráulico situado sobre el río de "Las Monjas" o "Chapal", en el lugar donde se levantaría la que pronto se llama­ría capilla de la Panadería.
A partir del 22 de noviembre de 1611, las Conceptas (así llamadas popu­larmente las religiosas) cedieron en arriendo este molino a los padres Domi­nicos, juntamente con la huerta adyacente donde para su sustento sembrarían algo de pan comer y para beneficio de la gente pondrían a funcionar dicho molino. Construyeron un grande depósito para bodega de los granos y alber­gue de los clientes. A poco de funcionar muy bien el molino, siendo numero­sa la clientela y piadosa, pidió que en una pared se colocase una imagen de la Virgen para rezarle y pedirle protección. Los padres accedieron y no encon­trando lienzo alguno o tabla donde pintarla -pues ésa era su decisión- resol­vieron que en la pared de tierra pisonada o tapia, se pintase la imagen de Nuestra Señora del Rosario.Respecto del autor de la pintura, no se conoce el nombre ni su condición social, existiendo sólo la posibilidad de que fuese un religioso dominico.El 30 de mayo de 1712, por iniciativa de los devotos Juan Fernández de Paredes y Sebastián Armero que, viendo la necesidad moral y religiosa de nombrar a la Virgen del Rosario, como patrona de los panaderos, se pensó en levantarle una capilla. " -.Hoy como ayer y ayer mejor que nunca, Pasto ha sido el mejor terreno para el cultivo del mejor trigo. Así, pues todos los vecinos que tenían su parcela la sembraban de trigo con la seguridad de tener pan para cada día.
Grande fue la demanda de servicio del buen molino. A poco y al otro lado del río, varias personas que vieron un negocito rentable moler trigo y vender harina, construyeron tiendas, formando un barrio y allí vendían el inmejora­ble producto, harina de trigo. Pero otros fueron más allá: viendo la proliferación de dichas tiendas y pensando en algo más en grande construyeron junto a éstas los llamados "hornos", sencillamente panaderías, y comenzaron a ofrecer pan y la gente acudía en gran número y se pensó en designar el nuevo lugar como "Panade­ría", y luego "Barrio de la Panadería". Al insistir los fieles en la construcción de la capilla, los frailes Dominicos coadyuvaron a la realización de dicho proyecto cediendo una pieza grande y otra pequeña, allí donde estaba la imagen bendita. En el mes de octubre de 1744, se le encargó a Juan Gómez Rojas la construcción del retablo para la Virgen, con cupo para el sagrario, y seis hornacinas de 24 columnas.
Entre tanto en la calle de La Pampa de San Sebastián, En junio de 1875 monseñor Manuel Canuto Restrepo, creó la parroquia de San Sebastián, la tercera de la ciudad. Le nombró un párroco, el Pbro. señor José María Zambrano, le asignó un vasto territorio, urbano en parte, pero rural en su mayoría, y le fijó la iglesia de San Sebastián como cabecera parroquial y la iglesia de la Panadería quedó sometida a San Sebastián. se ha construido en mitad de calle -una iglesia- en honor del Mártir San Sebastián. Es una imagen de buenas proporciones, muy bella, de reconocida antigüedad, pues se dice que llegó a Pasto milagrosamente junto con la Virgen de Las Mercedes y el Apóstol Santiago, cuando fueron muchas las imágenes donadas por Carlos V, Rey de España y Emperador de Alemania, en los años de su gobierno entre 1519 a 1554 a toda latinoamerica. La iglesia de San Sebastián -como todas las de su tiempo- tenia una sola nave, muros en tapia pisada, con portada o portalejo de una sola puerta, con arco de medio punto, la característica espadaña, algunos contrafuertes, pocas ventanas, arco toral, cubierta en madera y entejada. Hasta fines del Siglo XIX no había en la ciudad cementerio y en consecuencia se enterraba en las iglesias asignadas para tal fin. Una de las iglesias que más muertos recibió fue casualmente San Sebastián; se abrían sepulturas una sobre otra en el piso, lo mismo que en las paredes y se informa que el "soberado" estaba lleno de ataúdes. Qué iglesia así tratada no está llamada a destruirse pronto y fenecer. Mu­chos y muy buenos devotos tenía el santo asaeteado: los blancos le pedían los libre de las flechas de los indios y éstos le suplicaban los inmunice contra la picadura de las víboras, traídas por los blancos. Y ambos, blancos e indios rogaban los libre de ser víctimas de las lenguas viperinas, y las buenas donce­llas le rogaban por un novio, como él, guapo, sereno, lleno de fe, vigoroso.
Fueron pasando los días y los años hasta que llegó el malhadado enero de 1936 con su horrible terremoto, conocido como el Hundimiento de La Chorrera y las dos iglesias San Sebastián y La Panadería sufrieron daños terribles. La primera reacción, ante tan deplorable suceso, fue destruirlas para so­bre las mismas ruinas volver a levantarlas. Pero el municipio se opuso rotun­damente a dar permiso para la restauración de la iglesia de San Sebastián en el lugar que tenía, ya que taponaba completamente y en toda su mitad la avenida proyectada -Avenida Santander-. La dicha iglesia se levantaba en el mismo lugar donde actualmente está la estatua del general Santander. Había una obligación de levantar la iglesia de San Sebastián puesto que era iglesia parroquial, no así La Panadería que sólo era una simple capellanía. Pensó entonces el obispo de aquella época, monseñor Diego Ma. Gómez fundir las dos iglesias en una sola. Fue así como apareció el Decreto Episcopal por el cual la iglesia de San Sebastián desaparecía en su planta física y como cabece­ra parroquial pasaba con todos sus bienes litúrgicos, y estatuas, cuadros y demás enseres del culto a la iglesia de La Panadería, la cual entraba a ser el asiento del párroco y el centro de todas las funciones parroquiales, con el bien entendido de que debía en próximos días entrar a una total y completa reedificación. La vieja capilla también debía irse a pique dando espacio para la edificación de un templo de mayor capacidad, con una nueva arquitectura, dando paso a los arcos ojivales y a las saetas, propios del culto a San Sebastián y privativos del arte gótico que se había determinado emplear.Al frente de la obra se puso al P. Marco Tulio Dorado, estimado sacerdo­te, activo y recursivo en medios, para adelantar la construcción del nuevo templo. Don Lucindo Espinosa, hábil arquitecto y muy ducho en arte religio­so asumió la confección de los planos y la responsabilidad de toda la obra. Estuvo muy bien asistido con la técnica, dedicación y gusto de su hijo Julián. El más distinguido maestro de obra fue don José Farinango.A la realización del nuevo templo puso su corazón el Sr. obispo Gómez Tamayo ya que pensando en el cuarto Centenario de la fundación de Pasto, deseaba que la nueva iglesia fuera como un regalo de cariño y admiración a la ciudad centenaria.

San Sebastian - Pintura renacentista